- Tu dieta de la mano de terapia psicológica puede ser la clave para combatir la ansiedad, la depresión y el estrés

Ángel Hernández
Xalapa, Ver.- La comida no solo llena el estómago: también puede cambiar el estado de ánimo.
El nutriólogo y asesor deportivo Alain Molina Hernández asegura que existe una estrecha relación entre lo que consumimos y nuestras emociones, incluso en casos de ansiedad y depresión.

“El consumo excesivo de ultraprocesados, azúcares y bebidas alcohólicas no solo afecta la salud física, también puede intensificar cuadros depresivos o de ansiedad. Incluso puede provocar que una persona que ya atraviesa depresión experimente picos de presión más altos o episodios de ansiedad, por los estimulantes que contienen estos alimentos”, explicó.
Por el contrario, una dieta equilibrada puede convertirse en un aliado de la salud emocional.

“Frutas, verduras, proteínas de calidad, así como alimentos ricos en omega, zinc, magnesio y vitaminas del grupo B, ayudan a regular el estrés y estimulan hormonas como la serotonina, asociada con la sensación de bienestar”, destacó.
En personas que atraviesan problemas emocionales y llevan tratamientos médicos, el plan nutricional debe ser aún más específico.
“El control de ciertos alimentos y evitar otros con estimulantes, como la cafeína, sí es indispensable. Para estas personas, la dieta no es opcional, es objetiva y debe ser personalizada”, subrayó Molina Hernández.

El especialista también recordó que comer bien no debe entenderse como una moda pasajera, sino como un hábito de vida.
“Yo creo que todo es prevención: una buena alimentación, ejercicio y actividades en grupo como correr o el crossfit ayudan no solo al cuerpo, sino también a la mente. Socializar, liberar hormonas y sentirte escuchado genera plenitud”, afirmó.
La conclusión es clara: lo que eliges poner en tu plato puede marcar la diferencia entre sentirte agotado o mantener el equilibrio emocional.














