
Ángel Hernández
Perote, Ver., 24 de septiembre de 2025. – Entre lágrimas, flores y oraciones, familiares y amigos se reunieron este miércoles en Perote, Veracruz, para despedir a Jesús Israel, el estudiante de 16 años cuya vida fue arrebatada en un violento ataque ocurrido dentro del Colegio de Ciencias y Humanidades (CCH) Sur de la UNAM, en la Ciudad de México.
El féretro blanco del joven descansa en una vivienda de este pueblo, donde fue instalada una capilla ardiente rodeada de veladoras, coronas de flores y una fotografía que inmortaliza su sonrisa. Afuera, la comunidad se congrega en silencio, mostrando solidaridad con la familia en medio del dolor que ha sacudido tanto a Perote como al ámbito universitario nacional.

Jesús cursaba el bachillerato y soñaba con construir un futuro prometedor. El pasado martes, cuando se encontraba en compañía de su novia, fue sorprendido por un compañero de plantel que lo atacó con un arma punzocortante. El adolescente perdió la vida en el lugar, mientras que su pareja resultó herida.
El agresor, identificado como Lex Ashton, de 19 años, también hirió a un guardia de seguridad antes de intentar escapar. En su huida se lanzó desde una altura, lo que le ocasionó lesiones en las piernas; poco después fue detenido.
La Fiscalía General de Justicia de la Ciudad de México abrió una carpeta de investigación por homicidio calificado y lesiones.

En la entrada de la vivienda donde se realiza el velorio, dos coronas destacan entre las ofrendas: una enviada por la comunidad del CCH Sur y otra con un mensaje de despedida personal.
Este jueves al mediodía se celebrará una misa de cuerpo presente y posteriormente el sepelio en el panteón municipal.

La tragedia ha generado un profundo eco en la UNAM. A través de un comunicado, la rectoría lamentó los hechos, expresó su solidaridad con la familia de Jesús y aseguró que la institución colaborará con las autoridades para que el caso no quede impune.
Lo que ocurrió en el CCH Sur no solo enluta a una familia en Perote, sino que también reaviva el debate nacional sobre la violencia en los espacios educativos y la urgencia de garantizar la seguridad de los jóvenes.
Hoy, mientras una madre y un padre velan a su hijo, compañeros y docentes se preguntan cómo prevenir que historias como la de Jesús Israel se repitan.



















