
Carlos Hernández
Naolinco, Ver.– Más de 200 familias, alrededor de 700 personas, viven en constante incertidumbre en la colonia Niños Héroes.
Lo que hace más de una década comenzó como un proyecto de vida y esperanza, se ha convertido en un conflicto por la propiedad y el acceso a servicios básicos, luego de que pseudolíderes intentaran apropiarse de los terrenos y frenar el progreso de la comunidad.

Según relató Zacarías Gutiérrez Fernández, la colonia se formó hace aproximadamente 11 años, cuando vecinos se organizaron para obtener un terreno propio y transformarlo en un lugar habitable.
“Aquí, niños, señoras, todos veníamos a trabajar cada ocho días para que la colonia fuera progresando. Gracias a Dios, ya logramos tener un espacio que nos ha costado mucho trabajo”, explicó.
Durante años, las familias realizaron gestiones ante autoridades municipales para consolidar la colonia, que hoy cuenta con reconocimiento por el INE y documentos avalados por el municipio.

Sin embargo, desde hace tres años, Antonio Luna, Abel García y Socorro comenzaron a reclamar la propiedad, a pesar de no habitar el lugar, y han intentado imponer su control sobre la comunidad. Los vecinos denuncian que han utilizado documentos cuya autenticidad es cuestionable y han recurrido a amenazas directas, incluso asegurando que podrían derribar casas.
El conflicto escaló recientemente con la llegada de la Comisión Federal de Electricidad (CFE), que instaló postes y Mufas para llevar electricidad a la colonia, beneficiando directamente a las familias. Sin embargo, el proyecto no pudo concluir porque los supuestos líderes comenzaron a generar conflictos e impedir la continuidad de los trabajos.

“Nos preocupa la seguridad de los niños, adultos mayores y embarazadas. Solo queremos que entre la luz y que se respete nuestro hogar”, dijo Gaudencio Vargas Sosa, representante del comité de vecinos.
Actualmente, los vecinos dependen de paneles solares, lámparas y velas para realizar sus actividades diarias. La falta de electricidad no solo limita la vida cotidiana, sino que también impacta en la educación de los niños y en la seguridad de los adultos mayores.
“Nos sentimos enfadados, frustrados, cansados. No tenemos dónde más vivir y necesitamos que el gobierno nos apoye para frenar a estos supuestos líderes”, señaló Alicia Trujillo Santiago, habitante de la colonia.

Las familias reiteran que su único interés es vivir en paz y avanzar en la consolidación de servicios básicos y regularización de la colonia. Por ello, hacen un llamado urgente a la gobernadora para que intervenga y garantice la seguridad, el acceso a la electricidad y la protección de su patrimonio.
La Colonia Niños Héroes representa el esfuerzo colectivo de más de 200 familias y 700 personas que han construido su hogar con trabajo y dedicación.

La comunidad busca que las autoridades actúen para evitar que intereses particulares y amenazas de pseudolíderes pongan en riesgo la vida y la tranquilidad de cientos de habitantes.


































