Ángel Hernández

Xalapa Veracruz, 20 de noviembre de 2025 – Conmemorar significa traer a la memoria aquellos acontecimientos que han marcado la vida de personas y comunidades. La Revolución Mexicana es uno de estos eventos, cuyos logros aún repercuten en nuestra vida cotidiana, desde derechos laborales hasta la educación y la justicia social.

El historiador Vicente Espino Jara destacó que esta revolución surgió ante la necesidad de una sociedad agotada por décadas de desigualdad y abuso. “No sólo fue el Porfiriato, sino desde la formación de la república se habían dejado de atender demandas sociales fundamentales.

El país tenía un alto índice de analfabetismo y los campesinos y obreros sufrían explotación constante por parte de terratenientes y empresarios”, explicó.

En Veracruz, los primeros movimientos revolucionarios se registraron desde 1906, cuando campesinos de Acayucan encabezados por Hilario Salas se manifestaron contra los latifundistas. En 1907, los obreros de la región industrial de Orizaba –Río Blanco, Ciudad Mendoza y Nogales– denunciaron abusos laborales, horarios excesivos, deudas hereditarias y falta de acceso a salud y libertades fundamentales.

Estos episodios sentaron las bases de un movimiento nacional más amplio, que involucró también figuras como los hermanos Flores Magón y Francisco I. Madero, quienes impulsaron cambios en el gobierno y la lucha por el sufragio efectivo y la no reelección.

Espino Jara subraya la relevancia de recordar estos eventos y transmitirlos a nuevas generaciones: “Muchos de los derechos que disfrutamos hoy, como las jornadas laborales reguladas, los descansos dominicales o la atención en salud, son producto del esfuerzo de abuelos, bisabuelos o tatarabuelos que arriesgaron su vida en la lucha revolucionaria. Conocer esta historia no es una obligación, sino un derecho que debemos garantizar a los jóvenes”.

El historiador concluyó invitando a las familias a reunirse y compartir la memoria de los héroes revolucionarios, como Camerino Z. Mendoza, Heriberto Jara, Prisciliano Martínez y Eduardo Guerra, quienes iniciaron esta gesta heroica en la zona de Orizaba.

“Reconocer su esfuerzo es reconocer nuestro presente y asegurar que las nuevas generaciones conozcan y valoren los derechos por los que ellos lucharon”, afirmó.