Jóvenes de La Concepción rescatan sus tradiciones entre el ingenio azucarero y el panteón del pueblo

Ángel Hernández

La Concepción, Jilotepec. — Entre las paredes del antiguo ingenio azucarero y las calles de La Concha, un grupo de jóvenes ha decidido devolverle vida a las tradiciones que poco a poco se habían ido apagando. Ellos integran Ingenio Creativo, una agrupación que busca rescatar la historia, las costumbres y la identidad de su comunidad a través de actividades culturales.

El proyecto nació, cuentan, del deseo de hacer algo por su pueblo. “La idea surgió de un encuentro entre jóvenes; queríamos realizar algo por la comunidad, pero no lo concretábamos. Finalmente alguien dio la pauta y comenzamos con este proyecto”, relata Cristian Alexis Martínez Rivera, uno de los participantes.

En el marco del Día de Muertos, el grupo organiza una caminata al panteón, retomando una antigua tradición de La Concepción. A diferencia de años pasados, esta vez el recorrido tendrá una temática especial: cinco estaciones con historias, reflexiones y elementos simbólicos que invitarán al público a participar activamente.

Pablo Rojas Arellano, integrante fundador de Ingenio Creativo, explica que el ingenio azucarero fue el corazón económico y social del pueblo, y que hoy sus espacios se convierten en escenario para la memoria. “Después de que el ingenio cerró, La Concha fue muriendo lentamente. Por eso buscamos rescatar no solo las tradiciones, sino también la historia que nos dio identidad”, señala.

Ambos coinciden en que las juventudes son pieza clave para mantener viva la cultura local. Con meses de planeación y el esfuerzo de más de setenta jóvenes, la caminata no solo revive una costumbre, sino también el orgullo por sus raíces.

“Queremos que las nuevas generaciones conozcan lo que significan nuestras tradiciones, desde el entierro hasta el altar. Que no solo las repitan, sino que las comprendan y las vivan”, añade Pablo.

Entre el recuerdo y la esperanza, Ingenio Creativo transforma el ingenio y el panteón en escenarios de memoria, demostrando que las tradiciones siguen vivas mientras haya quienes las hagan caminar.

Deja un comentario