Veracruz aprueba la Ley Monse: justicia tardía para Monse y un precedente para mujeres

Ángel Hernández

Xalapa Veracruz.- Después de casi cinco años de espera, Veracruz da un paso histórico en la lucha contra la impunidad por violencia hacia las mujeres.

El Congreso del Estado aprobó la Ley Monse, una reforma que busca sancionar a quienes encubren a agresores en casos de feminicidio, violación y pederastia, cerrando los vacíos legales que permitían que familiares del agresor quedaran exentos de responsabilidad.

El origen de la ley surge del caso de Monse, joven veracruzana víctima de un feminicidio que evidenció la fragilidad de la justicia frente a la complicidad de personas cercanas al agresor. Su tragedia se convirtió en un clamor social y en un punto de partida para que legisladoras, activistas y colectivos feministas unieran esfuerzos para que ningún otro caso quedara en la impunidad por protección familiar.

Para la diputada local Naomi Santos, presidenta del Congreso, la aprobación de la Ley Monse es un acto de justicia largamente esperado:

“Antes de ser diputada fui activista y fui testigo de lo que pasaba con el tema de la Ley Monse. En este caso lo que nosotros decíamos era que no haya excusa absolutoria… no porque tengan una relación de parentesco, sentimental, social, no debe de haber una excusa”.

La diputada asegura que su labor fue retomar trabajos previos y dar herramientas al poder judicial para que la justicia finalmente alcance a las víctimas y sus familias.

El papel de los colectivos civiles también fue decisivo. Las Brujas del Mar, representadas por su vocera Arussi Unda Garza, acompañaron de cerca a la familia de Monse durante el proceso. Unda Garza recuerda que la iniciativa comenzó a finales de 2021, se presentó en 2022 y quedó estancada hasta que fue retomada recientemente.

“Tuvimos que abrir nuevamente la puerta, hablar con la familia de Monse, revisar cómo se había modificado el dictamen… y hoy por fin se aprobó”, señala. Entre los cambios clave se encuentran la ampliación de los delitos contemplados (homicidios, feminicidio, violación y pederastia) y la reducción del grado de parentesco de quienes encubran al agresor, de cuarto a segundo grado.

Mónica Mendoza Madrigal, presidenta del capítulo Veracruz de la Red Nacional de Mujeres Defensoras de la Paridad, destacó que esta aprobación representa un logro colectivo: “Se hizo un trabajo serio y amplio, escuchando voces expertas y a todas las instituciones involucradas. Recordemos que comenzó con los trabajos de Anilú Ingram, que presentó la iniciativa en el 2021, y hyo al fin se hace justicia, aunque el camino fue largo y doloroso”.

La investigadora enfatiza que la Ley Monse no detendrá por sí sola los feminicidios, pero permitirá fincar responsabilidades a quienes cometen estos delitos y a quienes los encubren.

La familia de Monse, que ha seguido cada etapa del proceso judicial y legislativo, ve ahora un rayo de esperanza tras años de dolor y espera.

“Es un círculo que se cierra, pero aún hay que vigilar cómo se ejecuta. Llevan cuatro años sin sentencia definitiva”, advierte Unda Garza, recordando que detrás de esta ley hay un dolor humano que no se puede medir.

La Ley Monse no es solo una modificación legal; es un precedente que busca que ninguna familia vuelva a proteger al culpable y que la justicia alcance a las víctimas sin excusas, sin retrasos, sin compasiones injustas.

Para Monse y para todas las mujeres que han sufrido violencia extrema, la aprobación representa un reconocimiento tardío, pero fundamental: que la memoria de quienes se han ido no sea olvidada y que ninguna otra familia tenga que vivir el calvario que ellos atravesaron.

Con la aprobación de la Ley Monse, Veracruz marca un precedente: la impunidad por encubrimiento familiar deja de ser una excusa, y la lucha por la igualdad y la protección de las mujeres se fortalece.

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