Ángel Hernández

Naolinco, Ver. – La danza de moros y cristianos en Naolinco es una de las tradiciones más antiguas del municipio, con raíces que se remontan a la evangelización, cuando fue traída desde España para representar la lucha entre cristianos y musulmanes.

Marcel Rodríguez Hernández, originario de la comunidad, recuerda que ya en 1924 existen fotografías de estas danzas en calles empedradas y que las máscaras, talladas en madera de equimito, han acompañado la tradición durante generaciones.

“Esta máscara es del año de 1960, hecha totalmente en madera, y aún conserva la esencia de lo que hoy seguimos celebrando”, señaló.

La vestimenta también ha evolucionado:

“En 1947 el traje del rey moro ya tenía los mismos colores que hoy, solo que con el tiempo se le agregaron lentejuelas y adornos, pero la esencia es la misma”, explicó Rodríguez Hernández.

Cada 21 de septiembre comienzan las fiestas patronales y concluyen el 3 de octubre, con participación de todas las edades.

“Desde mañana empiezan las danzas de los niños a las dos de la tarde, y después continúan los adultos hasta el cierre de las fiestas”, detalló.

Así, entre historia, máscaras y música, la danza de moros y cristianos mantiene vivo el corazón cultural de Naolinco.