
Ángel Hernández
Las Vigas de Ramírez, Veracruz. – La población de Las Vigas de Ramírez enfrenta una crisis de agua potable que se prolonga sin solución mientras las autoridades municipales mantienen una actitud de desinterés y engaño.
La Asamblea “En Lucha por el Agua para Todas y Todos” denuncia que el alcalde José de Jesús Landa ha incumplido repetidamente sus compromisos, pese a que ya se otorgaron recursos federales para perforar un pozo profundo que garantice el abastecimiento.
Zaira Marín Becerra, representante de la asamblea, asegura que la obra tenía fecha límite en diciembre, pero hasta el momento no se ha entregado el expediente técnico.

“Nos dijeron que ya había terreno y proyecto, pero todo era mentira del presidente municipal. Nos han estado engañando durante todo este tiempo”, afirma. Esta negligencia pone en riesgo más de 3 millones de pesos federales y, sobre todo, la salud de la población.
El desinterés de la autoridad municipal se refleja en la ruptura unilateral de las mesas de negociación desde mayo de 2024, las amenazas a quienes protestan y la falta de transparencia en la distribución del agua. Los vecinos reciben suministro solo una vez por semana y deben recurrir a agua de lluvia o a pipas particulares, sin garantías de calidad, exponiéndose a enfermedades intestinales y posibles contaminaciones.

Además, persisten irregularidades graves: red hidráulica en mal estado, tomas clandestinas y cobros dobles en recibos de agua, a pesar de que muchos hogares no reciben suministro. Constitucionalmente, el presidente municipal tiene la obligación de garantizar el derecho humano al agua, pero hasta ahora ha mostrado indiferencia y falta de responsabilidad.
“La infraestructura está en ruinas, nos cobran por agua que no tenemos y nos mienten constantemente. Esta es la forma en que las autoridades de Las Vigas vulneran nuestros derechos básicos”, denuncia Marín Becerra.

La Asamblea hace un llamado urgente a la gobernadora Rocío Nahle y al gobierno estatal para intervenir antes de que la falta de agua derive en un conflicto social mayor. Mientras tanto, los 12 mil habitantes de Las Vigas de Ramírez sufren las consecuencias de la negligencia, el abandono institucional y la mentira sistemática de un gobierno municipal que prioriza la burocracia y la impunidad por encima de la vida y la salud de la población.