🌿 Volver a sanar desde la raíz: la medicina tradicional en Zongolica

En la sierra de Zongolica, donde el monte habla y la sabiduría camina en silencio, la medicina tradicional sigue viva gracias a las voces que no han dejado de creer en ella. Una de esas voces es la de Victoria de Jesús Francisca, promotora del Instituto Nacional de los Pueblos Indígenas (INPI), conocida con cariño como Vicky.

Desde hace años, Vicky trabaja por el rescate, la conservación y la difusión de los saberes ancestrales que han curado generaciones: el uso de plantas medicinales, el temazcal, las limpias, los masajes con rebozo y los remedios elaborados con lo que da la tierra. Su labor no es solo curativa, sino también educativa y espiritual.

«La medicina tradicional no se pierde, solo se deja de practicar. Está en nosotros devolverle el lugar que merece,» dice.

En colaboración con médicos tradicionales como la señora Gertrudis y su compañero Gerson, Vicky impulsa proyectos comunitarios como Ometeot, donde se ha revitalizado el temazcal como espacio de sanación corporal y emocional. También ha publicado un Compendio de Plantas Medicinales de Zongolica, con más de 70 especies, y prepara una revista titulada «Sesiones y Rituales», que documenta las prácticas curativas y ceremoniales de la región.

Además, trabaja con niñas y niños en escuelas indígenas, sembrando en ellos el amor por las plantas, por el cuerpo y por su cultura. Porque —como ella dice— sin jóvenes que aprendan, el conocimiento se apaga.

Hoy, la medicina tradicional enfrenta desafíos: la falta de apoyo institucional, el olvido de la juventud, y el avance de modelos de salud que niegan el valor de lo ancestral. Por eso, Vicky hace un llamado firme y respetuoso:

«Queremos ser escuchados. El artículo 2º constitucional nos reconoce como sujetos de derecho. Que también se reconozca nuestro derecho a sanar desde nuestros propios saberes.»

La medicina tradicional no es una moda ni un recuerdo. Es una forma de vida, un puente con la tierra, una herencia viva. Y mientras haya personas como Vicky, seguirá sanando corazones y cuerpos, desde lo más profundo de nuestras raíces.

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