Eran las 18 horas del viernes 11 de enero de 2013, cuando 8 elementos de la Policía Municipal de Úrsulo Galván, salieron a realizar un rondín en las comunidades.

Encabezados por el Primer Comandante, subieron a una patrulla hacia la comunidad de El Arenal, el último lugar donde se les vio con vida; lamentablemente jamás volvieron a casa, ya que fueron desaparecidos.

Se trata de los policías Agustín Rivera Bonastre, Luis Alberto Valenzuela González, Javier Araus Molina, Samuel Montiel Perdomo, Alejandro Báez Hernández, Juan Carlos Montero Parra, Guillermo Torres Perdomo y Aureliano Sánchez Tonil.

A 10 años de aquella tragedia que entristeció al municipio entero, la Comisión Nacional de los Derechos Humanos (CNDH) aseveró que luego de realizar una investigación exhaustiva, se comprobó que Policías Estatales estuvieron involucrados en su desaparición forzada.

Se determinó que los elementos municipales fueron interceptados por agentes del Grupo Tajín de la Secretaría de Seguridad Pública en la comunidad de El Arenal y se los llevaron en vehículos oficiales con rumbo desconocido. Jamás se volvió a tener noticias de ninguno de ellos.

3 días después, el 14 de enero de 2013, la patrulla en la que viajaban fue hallada calcinada en un rancho conocido como “Los Coyotes”.

La CNDH estableció que la Secretaría de Seguridad Pública (SSP) debía ofrecer una disculpa a los familiares y víctimas indirectas, la cual, aunque se tenía que llevar a cabo este miércoles, fue pospuesta para finales de mes.

Hoy, familiares y amigos decidieron acudir al parque de la cabecera municipal y realizar una protesta, para exigir a las autoridades que haya justicia.