Este miércoles, familiares y amigos de Óscar lo recibieron en su vivienda en el municipio de Banderilla, sin embargo, no fue como esperarían, ya que llegó sin vida.

Se trata del elemento de la Policía Estatal que este martes fue asesinado en cumplimiento de su deber, en el municipio de Córdoba.

Su hermana, Margarita Hernández Candanedo, explicó que continúan incrédulos del deceso de Óscar, quien desde niño quería ser policía y logró cumplir su sueño durante más de 25 años, pero que lamentablemente, le fue arrebatada la vida.

“No podemos creerlo, tenemos mucho dolor, es un dolor que no tiene palabras (…) Desde pequeño quiso ser policía y así fue hasta sus 55 años, él trabajó con mucha alegría y con gusto, y siempre decía “me voy y no sé si regreso” y hoy se cumplió eso, con mucho dolor”, expresó.

Su madre se encuentra inconsolable al saber que no volverá a ver a Óscar, quien además la apoyaba económicamente ya que ella ya no puede trabajar. Su esposa y sus hijos también están deshechos por la noticia.

Y es que además, recordaron que siempre le decían que dejara su trabajo ante el riesgo que representaba, “pero él nos decía, a mí me gusta y con esto le doy a comer a mis hijos”.

Óscar se encontraba laborando en el municipio de Córdoba cuando, junto con 2 compañeros más, fue atacado por un comando armado. A él y a su compañera se la llevaron con rumbo desconocido y horas más tarde fue hallado sin vida.

Su familia no le tiene odio a aquellos que acabaron con su vida, sino que le piden que enmiende su camino y se acerque a Dios.

Aunque también piden a las autoridades que se haga justicia.

“Me gustaría pedir con todo mi corazón que no nos dejen así, en un caso más cerrado, que se le dé seguimiento, no porque quiera lastimar a la otra persona, sino porque necesitamos que esa persona aprenda y comprenda que ha hecho mucho daño, que ha dejado a una madre sin un hijo, que ha dejado a una familia sin papás, que los recursos económicos no los hay y ahorita teníamos que ver ¿de dónde saco?”