
Ángel Hernández
Jilotepec Ver.- Era una noche de agosto, el reloj marcaba las nueve de la noche. En la Casa de Cultura de Jilotepec en Veracruz, la maestra del taller de Catrinas Georgina Ortega elaboraba esta artesanía con sus alumnas e integrantes del ayuntamiento.
Doña Susana Caraza había terminado de crear a la catrina denominada “La diosa del Maiz”, barnizada y lista para adornar su casa en la temporada de Todos Santos y exponerse en el evento del día de muertos en este municipio.

Georgina decide sacar a la “diosa del maíz” para tomarle una fotografía pero se llevo una gran sorpresa.

“Saque la foto de la catrina diosa del maíz y apareció sobre una ventana, a un costado enfrente una figura ósea, pero no teníamos estructurado como tal ningún proyecto así, saque la foto no paso nada. Pero ya al sacarla, al verla por el zoom descubrimos que era u trabajo real”, indicó.

La maestra junto con las alumnas observaron la foto a detalle y vieron esa figura ósea, con un ambiente tenebroso y frio; quedando sorprendidas. Lo primero que hicieron fue buscarle la lógica, inexistente.

“Empezamos a sacarle la lógica, ¿es algo paranormal?, ¿alguien que hizo un truco? pero no, no teníamos otras estructuras y menos con cráneo, brazo o algo”, confirmó.
Se pensó que podría haber sido un esqueleto dentro de la casa de cultura pero no fue así. La maestra asegura que la ventana se encuentra alta; a metro y medio de altura y es pequeña, agregando que dentro no había figuras óseas.


La Casa de Cultura de Jilotepec es una edificación antigua y con historia. Precisamente donde se encontraban las catrinas en elaboración el ambiente era tenso, frio y pesado. La sensación de que alguien te observa permanece el tiempo que estés en ese lugar…